A la gente alegre usualmente les gusta su trabajo, aman lo que hacen. Sin embargo, hay un mito urbano que considera que buenos profesionales son personas serias, medio amargadas. Esa es una premisa antigua que hay que desterrar, porque las empresas deben ser espacios atractivos para el desarrollo de talentos, de habilidades, un lugar para sentirse valorados y respetados, donde comulguemos principios, donde para ser buenos profesionales sea un requisito ser buenas personas.


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Descomplicate la vida
¿A la gente alegre le gusta lo que hace, o lo que hace la pone alegre?