Un número económico importante, según datos oficiales, cada delegado internacional gastara un promedio de 354 dólares por noche en Paraguay. Considerando la duración del evento y el número de participantes, se estima que la inyección económica será sustancial, beneficiando a diversos sectores como el transporte, la hotelería, el turismo y la gastronomía.
Un dato importante, por su gran dimensión de impacto es que en las áreas rurales, donde vive el 35% de los jóvenes paraguayos, las oportunidades son aún más limitadas.
Las proyecciones financieras son verdaderamente alarmantes. Según estimaciones del Ministerio de Hacienda, el déficit acumulado del programa contributivo civil alcanzará los 1.818 millones de dólares para 2029.
Es de publico conocimiento, para que Paraguay alcance el grado de inversión con las demás calificadoras, es crucial implementar una serie de reformas legales y estructurales que fortalezcan su gobernanza y estabilidad económica, política y social.
A pesar del crecimiento, algunos retos importantes siguen siendo la conectividad aérea y por otros medios de transportes, que sirva para atraer más turistas internacionales. La calidad de los servicios, como también la capacitación del personal son también algunos aspectos que requieren atención continua.
Los nuevos premiados, se puede decir, que han demostrado cómo las instituciones introducidas durante la colonización pueden tener efectos duraderos en la prosperidad de los países. Paraguay, como antigua colonia española, heredó ciertas estructuras institucionales que han influido en su desarrollo posterior.
Si bien las inversiones en programas sociales son necesarias, el aumento del gasto corriente y la creación de nuevos cargos públicos podrían comprometer la estabilidad fiscal a largo plazo.
Es bueno resaltar que el sector fintech se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, mostrando un crecimiento modesto pero con un potencial significativo para impulsar la inclusión financiera y la innovación en el país en tan pocos años.
Un estado fallido se caracteriza por la incapacidad de cumplir funciones básicas como, garantizar la seguridad y el control del territorio, proveer servicios públicos esenciales, mantener el estado de derecho y la administración de justicia y asegurar la estabilidad económica y el desarrollo. Simplemente respondamos si estos indicadores se cumplen y que cada uno saque sus conclusiones.
Un dato para pensar, es el que dio el Banco Central del Paraguay, proyectando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,8% para 2024, con un destacado aporte del sector agrícola, que se espera crezca un 4,9%. Este pronóstico subraya la importancia crucial de la agricultura en la economía paraguaya y su papel como motor de crecimiento.
Esta falta de inversión se refleja en problemas de infraestructura, con escuelas que carecen de condiciones básicas y alumnos que reciben clases bajo árboles o en carpas improvisadas.
La resistencia al cambio, la falta de planificación sucesoria y los conflictos familiares son algunos de los obstáculos que estas empresas deben superar. La profesionalización de la gestión y la implementación de protocolos familiares se presentan como herramientas esenciales para garantizar la continuidad y el éxito a largo plazo.
Las cifras oficiales revelan un aumento impresionante en las exportaciones del sector maquilador. En 2013, los envíos bajo este régimen alcanzaban apenas USD 160 millones. Para 2022, esta cifra se disparó a USD 1.036 millones, lo que representa un crecimiento promedio anual del 24%.
Las empresas tienen una responsabilidad crucial en el combate a la corrupción. Según la Encuesta sobre Corrupción en América Latina 2024, el 80% de los encuestados indicó que sus empresas han tomado medidas para protegerse del riesgo de corrupción.
La Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec) reporta una situación complicada debido a la sequía, bajos precios internacionales y una baja cotización pagada al productor. Esto ha llevado a una disminución en las inversiones y una reducción en los puestos de trabajo en el campo, afectando especialmente a los contratistas.