De origen vasco y experiencia ganadera centenaria, los Llano emigran de Corrientes a Paraguay poco después de finalizada la Guerra Grande, en 1877.
Desde su llegada, la ganadería fue el pilar del desarrollo de la familia, hasta que el ímpetu del gran visionario Raimundo Llano (h) inicia la diversificación de los emprendimientos.
Gracias a su visión, sus descendientes expanden las actividades a la agricultura, el comercio y los servicios agropecuarios.