Según la situación financiera de la Administración Central del Estado, presentada por el Ministerio de Hacienda, a través del Manual de Estadísticas de las Finanzas Públicas, los gastos destinados a salarios no retroceden y crecen porcentualmente en un 10,1% con relación al 2017.
El aumento supera las variaciones de los gastos e ingresos, que se incrementaron en un 8% y 9% respectivamente. La situación es alarmante, debido a que el 47% de la composición de los gastos obligados del Estado van destinados al rubro salarios, hecho que dificulta la canalización de mayores recursos a los sectores más vulnerables de la economía. Además, preocupa el hecho de que más del 70% de los ingresos tributarios se destinan al rubro mencionado.
Si bien, los datos reflejan un cumplimiento a la Ley de Responsabilidad Fiscal y en el mes de enero se observó un superávit fiscal del 0,2% sobre el PIB (Producto Interno Bruto), el alto porcentaje de gastos rígidos impide el aumento eficiente de las inversiones públicas.

