Cobrar una tarifa por alcantarillado sanitario es, simple y llanamente, un robo escandaloso. Se le saca plata al usuario por un servicio que no se le presta. Es otra área de gestión pública en la que ha habido muchos anuncios rimbombantes y escasísimos resultados. Según datos actualizados a 2016, “mientras el agua para consumo por redes a nivel nacional llegaba al 78% de la población, la cobertura de alcantarillado sanitario era sólo del 11% y tan sólo el 2% de las aguas cloacales son tratadas (ERSSAN, 2017)”. ¿Y sobre esta mísera “cobertura” se atreven a cobrar una tarifa?.
Editorial
¿Servicio? No, estafa sanitaria
El Congreso tiene en estudio un proyecto de ley –con media sanción de Diputados- dirigido a poner un tope al cobro de la tarifa por alcantarillado sanitario. Según lo aprobado en la cámara baja, en ningún caso la tarifa podrá superar el 50% sobre lo cobrado por el servicio de agua potable.