Sería grave que la asfixia que padecen los propios productores de la Unión Europea termine por afectar a un sector tan dinámico como la cadena de la carne bovina paraguaya. Por el momento Europa es un destino marginal para este producto estrella paraguayo. Con un agravante: que el acceso a la denominada Cuota Hilton se vuelva de cumplimiento cada vez más difícil. Si bien las 1.000 toneladas asignadas al Paraguay significan apenas el 0,38% de lo exportado en 2022, la clave es que, supuestamente, la “marca Hilton” debería abrir las puertas a la carne paraguaya en los mercados más exigentes y de mayor valor del planeta. Eso, hasta ahora, no está ocurriendo.
Editorial
Preocupados, pero también ocupados
El sector ganadero hace bien en preocuparse ante la posibilidad de que las normas cada vez más restrictivas del bloque europeo vayan cerrando el cerco sobre las exportaciones paraguayas de carne, hoy en franca expansión.