En Paraguay, la pobreza ha sido un desafío persistente que ha marcado décadas de lucha por una mejor calidad de vida. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el punto más alto de pobreza se registró en 2002, cuando un alarmante 57,7% de la población vivía bajo este flagelo. Sin embargo, tras las reformas económicas iniciadas en 2003, lideradas por el ex ministro de Hacienda Dionisio Borda, el país ha logrado reducir esta cifra a un 22,7% en 2023. Un progreso que no puede ser subestimado.
Editorial
Pobreza Institucional: Un Límite No Superado
El problema radica en que los avances en términos de ingresos no se han traducido en mejoras palpables en los servicios básicos. La atención sanitaria sigue siendo insuficiente, el sistema educativo carece de insumos fundamentales, y los servicios públicos como el transporte y la atención al adulto mayor están lejos de alcanzar un estándar digno.