Los logros en materia de sostenibilidad se reconocen ahora de forma rutinaria junto con los KPI (KPI por sus siglas en inglés) o indicadores clave de rendimiento tradicionales. Puede que esto sea en parte para mejorar la reputación, pero cada vez hay más pruebas en la literatura académica de que la sostenibilidad tiene un impacto positivo en la cuenta de resultados y en el valor para los accionistas.
En la actualidad, un número importante de las empresas del FTSE 100 establecen objetivos ASG (ESG por sus siglas en inglés) o Ambientales, Sociales y de Gobernanza cuantificables para sus directores generales, y han comenzado a introducir objetivos ESG en los paquetes de remuneración de los ejecutivos.
Las cuatro dimensiones de la remuneración ESG