En consecuencia, tras crecer cerca del 3,9% el año pasado, América Latina y el Caribe, se enfrenta ahora a unas proyecciones de crecimiento considerablemente más bajas para 2023, con pronósticos privados de crecimiento en torno al 1%. A esto se suman una serie de problemas, como déficits fiscales, niveles excesivos de deuda y una inflación muy alta. Si a ello se añaden las elevadas tasas de interés domésticas y mundiales, el aumento de los riesgos financieros globales y la contracción de la demanda mundial, los retos para los próximos años son considerables.
Columnas
Preparar el terreno macroeconómico para un crecimiento renovado
Desde 2020, las economías del mundo se han visto afectadas por una serie de shocks, siendo la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa a Ucrania unos de los más severos.