No estoy seguro de que esta máxima de Mark Twain sea aplicable a uno de los máximos profetas de nuestro tiempo, Bill Gates. Un hombre que alcanzó tan descomunal éxito en los negocios seguro no lo hizo diseminando sinsentidos. Por eso, cuando anticipó que el primer oficio que la inteligencia artificial sustituirá es el de maestro, se me hizo un nudo en el estómago. Mis hijos ya zafaron de ese peligro pero mis nietos están ahí, al borde de ser educados por una máquina. ¿Qué van a recordar cuando hayan doblado la curva final de la vida, como es mi caso? ¿Una computadora, una app? ¿Tendrán nombre o sigla esas IA?
Columnas
Otra profecía del Sr. Gates
Profetizar es el oficio más fácil del mundo. Sólo hay que soltar la mandíbula y dejar salir las palabras. El resto es profecía pura.