El posicionamiento de una marca es sin dudas uno de los principales activos estratégicos de cualquier empresa, en Paraguay o cualquier país del mundo. En los diferentes mercados, el consumidor asocia a las marcas con soluciones, y tiende a comprar los servicios o productos de aquella de la cual tenga una imagen más clara en su mente.
Esto afecta a nuestras empresas de una forma muy definida: nuestra percepción pública es nuestra realidad. Sin un trabajo constante e integral de nuestro posicionamiento, dejamos que nos definan otros. Somos lo que el mercado piensa que somos. Y allí, la comunicación estratégica juega un rol central, buscando dotar a nuestros clientes de claridad, permitiéndoles ubicarnos en su percepción emocional del mundo.
Si alguien habla de cómo su ex cambió “un Rolex por un Casio”, todos lo podemos entender: hace alusión directa a la ubicación de ambas marcas en el imaginario colectivo: uno es un artículo de lujo, el otro está al alcance de todos.