Tengo una idea. Según los EE.UU. somos el país de los sobornos. Justo ahora que estamos en un momento de crisis superpuestas en el mundo todo. El Banco Mundial nos advierte en un documento publicado en estos días sobre: guerra, inflación, estancamiento del producto, crisis climática, problemas con la deuda externa, hambre, pobreza, rebrotes pandémicos, etc. Como si todo fuera poco, un expresidente paraguayo y un vicepresidente en ejercicio son sancionados por los Estados Unidos, con sus nexos internacionales en el mundo globalizado, por ser considerados dentro de la categoría de “amenaza para la estabilidad de los sistemas políticos y económicos internacionales”. Esto es lo que aparece en la introducción de la Orden Ejecutiva 13.818 que es citada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como el fundamento normativo que da origen a las sanciones de esta semana. Este documento señala que las puniciones derivadas del mismo están enfocadas en combatir: “el abuso de los derechos humanos y la corrupción que socavan los valores que constituyen la base esencial de sociedades estables, seguras y funcionales; que tienen impactos devastadores en las personas; debilitan las instituciones democráticas; degradan el Estado de derecho; perpetúan conflictos violentos; facilitan actividades de personas peligrosas y socavan los mercados económicos”. Un vademécum de delitos que apuntan a dos protagonistas, de los más representativos, del Estado en el Paraguay. Siendo así, el crony capitalism paraguayo, capitalismo de secuaces, fue sancionado por no cumplir con el fair play, irrespeto a las reglas del juego.
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Los sobornos y el mercado
Tengo una idea. Según los EE.UU. somos el país de los sobornos. Justo ahora que estamos en un momento de crisis superpuestas en el mundo todo.