En enero de 1978, un comando criminal asesinó a Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa de Managua. Meses después, la sede del periódico era reducida prácticamente a cenizas por la artillería y los aviones de la Guardia Nacional de Anastasio Somoza en uno de sus últimos actos de defensa de un régimen que se caía a pedazos ante la embestida sandinista.
Columnas
La historia como farsa
Convertidos en muertos civiles, los nicaragüenses así marbetados pueden ser arrojados del territorio nacional prácticamente como basura.