Al entorno regional complejo, se le suma a nivel local la incertidumbre sobre el futuro cercano, la poca certeza de cómo avanzará nuestro País se apodera de las personas, a nivel de las familias y los hogares tratando de comprender lo que vendrá para poder accionar sobre su futuro.
Allí es donde el consumidor que hoy está confundido sobré el rumbo a tomar y las noticias que hablan de inflación en dos dígitos, ingresos insuficientes (una de las grandes secuelas de la pandemia para quienes tienen a su vez la gracia de seguir contando con un trabajo/ingreso) las epidemias vigentes que atentan contra la salud y sus secuelas económicas en el bolsillo y otros aspectos que parecen que llegaron para quedarse un tiempo aún incierto, alimentan un presente desafiante y voraz.
En esta vida llena de malabarismos para llegar a fin de mes, haciendo todos los días un agujero más al cintó para así cubrir los gastos básicos, va el consumidor a hacer sus compras, calculadora en mano y esperanzado en recibir algún beneficio que pueda obtener para así sumar una sonrisa que le permita por un instante sentirse premiado y regocijado en el que hacer diario.
Columnas
Hoy no tengo suerte, vuelva el lunes
Hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas la frase sobre llovido mojado. Y hoy esta frase (más vigente que nunca) se puede aplicar a varias situaciones y más aún en lo que respecta al aspecto económico y el contexto global.