El mapa político latinoamericano resulta como mínimo inquietante para la estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica, amenazando la atracción de inversiones y el clima de negocios de toda la región. Sin embargo, considero importante no caer en la arrogancia de atribuir la calificación simplista de que la “derecha es buena” y la “izquierda es mala”.