Tengo una idea. En este período de transición hasta el 15 de agosto cuando asuma el nuevo gobierno estamos expectantes entre felicidades y condolencias. Por un lado, es motivador saber que se inicia una nueva era con espacios de probabilidad condicionados de cambios positivos para los ciudadanos. O por lo menos, es lo que las promesas electorales del ganador nos sugieren. Por otro lado, el nuevo gobierno tendrá tantos desafíos que uno no sabe si felicitar al presidente electo y sus futuros ministros del área económica y social o darles los pésames. De entrada, a abril del 2023, ya se llevan acumulados 616 millones de dólares de déficit fiscal, lo que representa el - 1,4 % sobre el PIB. Y nadie quiere que le suban los impuestos. Menos aún los empresarios que pagaron campañas electorales para que eso no suceda. Las recaudaciones del primer cuatrimestre 2023 y las contribuciones sociales estuvieron débiles, según el Informe Situfin del M. de Hacienda.
Columnas
Felicidades y condolencias
Tengo una idea. En este período de transición hasta el 15 de agosto cuando asuma el nuevo gobierno estamos expectantes entre felicidades y condolencias. Por un lado, es motivador saber que se inicia una nueva era con espacios de probabilidad condicionados de cambios positivos para los ciudadanos.