En los últimos años, las organizaciones han incrementado sus esfuerzos por implementar “políticas de bienestar”: horarios flexibles, programas de salud mental, beneficios adicionales y espacios de esparcimiento. Sin embargo, aunque estas iniciativas son valiosas, el auténtico cuidado de las personas va mucho más allá de medidas aisladas. Debemos tomar conciencia de que el bienestar organizacional no se construye con perks superficiales, sino con una cultura genuina que ponga a las personas en el centro. ¿Como?
Columnas
Cuidar de las personas no es solo políticas de bienestar
Muchas empresas caen en la creencia de que ofrecer beneficios adicionales es suficiente para garantizar el bienestar. Pero, ¿de qué sirve un día de home office si la carga laboral es insostenible? ¿Qué valor tiene un taller de mindfulness si el liderazgo sigue siendo tóxico?