Vivimos en un mundo acelerado, con una lista interminable de pendientes. El tiempo entre una tarea y otra es cada vez más limitado. Para muchas personas, el ocio es casi inexistente o, peor aún, también está cronometrado. Hace unos años, lo habitual era planificar a largo plazo. Sabíamos que con metas bien definidas, un plan de acción y perseverancia para superar los obstáculos, alcanzaríamos nuestros objetivos.
Columnas
¡Ahora o nunca!
La ansiedad ha tomado un rol activo, y la quietud genera la sensación de sentirnos estancados o incluso de estar perdiendo: tiempo, dinero y oportunidades para obtener una ventaja competitiva.