La medicina es una de las profesiones que exige un compromiso profundo con la vida. Pero hay especialidades que implican, además, una sensibilidad excepcional. Tal es el caso de la Medicina Materno-Fetal, una rama altamente especializada dentro de la ginecología, que se ocupa de los embarazos de alto riesgo, de los diagnósticos prenatales complejos y, en algunos casos, de cirugías que se realizan incluso antes del nacimiento. En este campo, una joven médica paraguaya regresó al país con una misión clara: transformar la atención perinatal desde la evidencia, la calidez humana y la equidad en el acceso.