Sony Group Corp., Microsoft Corp. y Nintendo Co. se han aferrado a una tasa de conversión de 100 yenes por dólar que hoy hace que sus consolas sean hasta US$ 100 más baratas en Japón que en cualquier otra parte del mundo. Ninguna empresa quiere ser la primera en romper la regla no escrita contra el aumento de precios después del lanzamiento de una consola, por temor a perder jugadores y desarrolladores de juegos ante los rivales, y los tres creen que pueden recuperar cualquier pérdida a través de las ventas internacionales de software. Pero eso puede estar cambiando.