No ahorró agravios y provocaciones directas a ciudadanos pacíficos, buscándolos incluso a bordo de ómnibus y otros sitios de aglomeración de personas. Luego, el día de elecciones, se encargó de encabezar incidentes algunos de los cuales terminan a puñetazos y agresiones en sitios de votación, antigua táctica que garantiza profusa cobertura de medios periodísticos. Ahora, conocidos los resultados, el senador concentra su artillería echando dudas sobre la revisión de actas electorales en la Justicia Electoral, un proceso contenido en el Código Electoral de cumplimiento ineludible y sobre el cual se permite anticipar una lectura tramposa. En su estilo verborrágico y abiertamente insurrecto, azuza a la rebelión a los sectores más revoltosos y sin nada más urgente que hacer que ganar las calles, cerrar rutas y trastornar la marcha del país haciendo creer que allí está la solución del supuesto fraude electoral.
Editorial
La cita es con la justicia, señor Cubas
El ritual se ha cumplido con toda exactitud. Primero, el ex candidato a la presidencia de la República, Paraguayo Cubas procedió a sembrar el aire de denuncias de fraude cuando el proceso eleccionario estaba camino al 30 de abril.