Casi de la nada reaparecieron dos viejas enemigas de las fronteras sanitarias. La primera, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), una enfermedad progresiva y mortal del ganado bovino adulto que nos impactó en el tramo final del siglo XX pero que fue aislada y mantenida en esa condición. La otra amenaza es una variante de los virus H5N1 y H7N9, que traducidos al lenguaje corriente, se conoce como gripe aviar.
Editorial
Fronteras altamente vulnerables
¿Son la vaca loca y la gripe aviar un peligro real para la salud pública? Lo serían si no existiera ninguna clase de vigilancia.