Estos sistemas comerciales ofrecen una oportunidad única para comprar o vender créditos de carbono, que representa una tonelada de dióxido de carbono o la cantidad equivalente de otro gas de efecto invernadero que ha sido reducido, secuestrado o evitado.
Fiorella Oreggioni, consultora ambiental de Control Unión, explicó que existen dos tipos de mercados de carbono: de cumplimiento regulado u obligatorio y voluntarios. Los mercados que son de carácter obligatorio se crean como resultado de una política o requisito normativo nacional, regional o internacional. Por el contrario, los mercados voluntarios, nacionales e internacionales, se refieren a la emisión, compra y venta de créditos de carbono de forma voluntaria.
“La oferta actual de créditos de carbono voluntarios proviene en su mayoría de entidades privadas que desarrollan proyectos de carbono o de gobiernos que hacen programas certificados por estándares de carbono que generan reducciones o eliminación de emisiones”, señaló Oreggioni.