Sin embargo, si se hace bien, puede ser una herramienta poderosa para promover la democracia y el progreso social que en nuestro país podría ser el camino a mayor justicia social y un estado al servicio de todos y no solo de grupos organizados y profesionales para vivir de la cosa pública.
¿Qué valores fundamentales desearíamos promover? ¿Qué derechos fundamentales protegeríamos? ¿Cómo deseamos estructurar el gobierno? Nada de esto tiene que ser tratado entre cuatro paredes, ni con un esquema de representantes designados, sino en una gran consulta popular para validar un documentos de todos y cada uno. Es importante consultar sobre los objetivos de la nueva constitución mediante encuestas, consultas públicas o reuniones de ciudadanos.
Una vez que haya definido los objetivos y consultado a la población, se puede comenzar a redactar un borrador. El borrador debe ser claro, conciso y fácil de entender para una población con un alto nivel de personas que no están dentro del sistema educativo, pero deben ser considerados.