Para poder tener vino primeramente se necesitan tres cosas: azúcar, levadura y calor. Una vez que tengamos estos elementos ahí empezamos con la fermentación de la uva, proceso en el cual se produce el alcohol, una cantidad considerable que si bien no es exacta, suele estar entre el 12% y el 14.5% para los vinos, cuando por ejemplo para una cerveza se precisa la mitad o incluso menos.
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Tendencia mundial: vinos de bajo alcohol
La graduación alcohólica depende netamente de la cantidad de azúcar natural de la uva, es por eso que los vinos licorosos o de cosechas tardías tienen más alcohol.