Los empresarios saben que esta época no admite llegar tarde al futuro para poder competir en el presente. El inversor que quiere concretar lo antes posible su emprendimiento; la pequeña y mediana compañía que ha sobrevivido en la informalidad y, por eso mismo, conoce sus amenazas y peligros, sabe que debe formalizar su operativa ahora mismo…todos ellos tienen a disposición la vía rápida para insertarse en el mercado: pueden comprar una sociedad preconstituida, debidamente examinada por sus asesores profesionales.