La capacidad de tomar decisiones es una habilidad esencial, difícil de manejar y por tanto altamente apreciada. Cada decisión tomada da forma a lo que somos, a cómo nos ven e impacta en lo que nos rodea. Ser capaz de decidir con confianza y claridad de manera acertada y eficaz es un arte, ¡que se puede aprender!, y se cultiva con la práctica.
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Ser capaz de decidir
Decidir implica escoger entre varias opciones, cada una con sus propias consecuencias. Este proceso requiere una combinación de lógica, análisis e intuición; y puede ser un desafío debido a la incertidumbre y la presión de posibles errores.