La guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al imponer insólitas tasas arancelarias —que van desde un 10% a países como Paraguay, con los que mantiene una interacción comercial mínima, hasta cerca del 50% a economías asiáticas— provocó un efecto de pánico en los mercados financieros a nivel global.
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Reacomodo en el caos
China, sin duda, es un actor central. Aunque Paraguay no tiene relaciones diplomáticas con ese país y no puede venderle directamente, la triangulación a través de socios comerciales como Brasil, Argentina o Uruguay podría permitirnos colocar nuestras materias primas y obtener beneficios.