Entre otras cosas, desde el año 2019 la ley obliga a las empresas a comunicar de manera transparente su composición accionaria y los últimos beneficiarios de la sociedad.
En muchos casos, la identidad de estos beneficiarios finales puede permanecer oculta detrás de complejas cadenas de control y resulta complicado entender y cumplir de manera correcta y cabal con lo requerido por la ley.
A continuación, una serie de herramientas para entender mejor de qué se trata y como cumplir con lo requerido por la ley.