Esta flota permite que Paraguay exporte dos de sus productos más destacados: la soja y la carne, lo que lo convierte en el tercer mayor exportador mundial de granos de soja y el octavo mayor exportador de carne bovina.
La economía paraguaya ha mantenido una estabilidad y un crecimiento constante, con un incremento sostenido del 3,1% anual en los años. Esto se debe a diversos factores, entre los que destacan una política monetaria con metas de inflación bajas y estables, así como una política fiscal basada en un marco simple que limita el déficit fiscal al 1,5% anual. Además, parte del éxito de Paraguay radica en su capacidad para atraer inversores extranjeros mediante tasas impositivas bajas y regímenes de inversión diseñados para aprovechar la mano de obra joven del país, donde casi el 70% de la población en edad de trabajar está activa.
Los visionarios de los años noventa que imaginaron a Paraguay como un país importador de inversiones y diseñaron un sistema impositivo sencillo, junto con leyes destinadas a proteger la inversión tanto nacional como extranjera, lo que sentó sólidamente las bases para el crecimiento que el país experimenta hoy en día.