Añadía que tampoco puedes ser amigo de tus hijos ni de tus empleados. La explicación era brillante, como todas sus clases de griego, en las que, a veces, incluía estas explicaciones “fuera de menú”.
Columnas
No puedes ser amigo de tus empleados
Uno de mis mejores profesores en la carrera de Filología Clásica, Don Luis Gil, nos explicó un día en clase por qué no se puede ser amigo de tus alumnos.