Si de algo puedo privarme es de seguir eso que los españoles bautizaron cierto día “prensa del corazón” y que hoy se ha instalado con toda comodidad en las caudalosas sentinas del periodismo de saldos y retazos.
Columnas
No es para enojarse
¿En serio tenemos que enojarnos porque un cantante, o algo así, trató de forros a periodistas paraguayos de televisión? No cuenten conmigo.