Si bien es una frase trillada, no ha perdido vigencia. En estos días, somos testigos de muestras extremas de afecto. Sin embargo, también es un tiempo para aceptar que algunas relaciones no funcionan. En este último caso, es preferible ser quien toma la iniciativa de dejar, en lugar de ser dejado. Esta dinámica se presenta también en la relación MARCA-CLIENTE. Los que atravesamos situaciones similares en algún momento de nuestras vidas, somos conscientes de que las relaciones de por sí, presentan falencias o que cada parte busca algo diferente. Las separaciones entre MARCA y CLIENTE suelen ocurrir por razones que podrían anticiparse e incluso evitarse.
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No eres tú, soy yo
La atención de calidad y la adaptabilidad a las necesidades del cliente son claves. La personalización y la empatía favorecen una buena experiencia.