Un amigo JG hablaba la semana pasada del “ponerse la camiseta” y lo tomo para poder continuar con el tema de lo que eso significa. Porque muchas veces hemos escuchado la frase “ponerse la camiseta”, o “sentir la camiseta”. Un cliché, sí, pero que encierra una verdad profunda sobre el éxito empresarial. Más allá del compromiso y el sacrificio, un equipo de alto rendimiento se caracteriza por una convicción férrea en la mejora continua. Mejor ejemplo aquí en Paraguay es la “renovada” selección de fútbol del país. Fácil verlo en los deportes, más complejo identificarlo en las empresas eh.
No se trata solo de evitar errores, pues estos son inevitables en cualquier emprendimiento o negocio. La verdadera diferencia radica en la capacidad de aprender de ellos, de convertir los tropiezos en trampolines hacia un futuro más brillante. Comenzando por cambiar nuestra forma de hablar y pensar, llevando todo a lo positivo. No es lo mismo “debilidad” que “oportunidad de mejora”. La predisposición ya no es la misma. Un equipo, en positivo y alineado con los valores fundamentales de la empresa, es el motor que impulsa el crecimiento y la innovación.
En un mercado cada vez más competitivo (no es nada nuevo, ya reiterativo pero real), la experiencia del cliente es el factor diferenciador. Para ofrecer un servicio excepcional, necesitamos personas que no se limiten a cumplir con sus tareas, sino que busquen activamente formas de superar las expectativas. Un equipo que vaya más allá, que aporte ideas frescas y que esté dispuesto a salir de su zona de confort.
¿Cómo cultivar este espíritu de compromiso y mejora continua en tu empresa?
Fomentando una cultura de aprendizaje: Invierte en la formación de tu equipo, crea espacios para compartir conocimientos y celebra los éxitos, grandes y pequeños.
Comunicando una visión clara: Define los objetivos de la empresa y asegúrate de que todos los miembros del equipo entiendan su papel en la consecución de esos objetivos.
Reconociendo y recompensando el esfuerzo: Valora las contribuciones individuales y celebra los logros del equipo. Y siempre reconoce en público.
Fomentando la colaboración: Crea un ambiente de trabajo colaborativo donde las ideas puedan fluir libremente y donde todos se sientan valorados. Incluyendo a todos, a los que más hablan y participan y a los que menos. Solo así darás posibilidades a todos.
Un equipo comprometido, apasionado y orientado a la mejora continua es el activo más valioso de cualquier organización.
Columnas
“Más allá de la camiseta: El compromiso que transforma empresas”
No se trata solo de evitar errores, pues estos son inevitables en cualquier emprendimiento o negocio. La verdadera diferencia radica en la capacidad de aprender de ellos, de convertir los tropiezos en trampolines hacia un futuro más brillante. Comenzando por cambiar nuestra forma de hablar y pensar, llevando todo a lo positivo. No es lo mismo “debilidad” que “oportunidad de mejora”.