En lugar de transmitir los mensajes negativos, empieza a compartir palabras positivas. Lo que sucede es sorprendente: los ánimos cambian, las sonrisas aparecen y el ambiente se torna mucho más agradable y amoroso.
Columnas
Los mensajes pueden cambiar el destino
En muchas ocasiones, la forma en que transmitimos los mensajes puede influir significativamente en el ambiente, ya sea en nuestro hogar o en el lugar de trabajo. Este tipo de comunicación, aunque no malintencionada, puede generar un ambiente tenso y poco productivo. Pero fíjate cómo, en un momento de lucidez, el hijo decide cambiar de estrategia.