En el universo de los negocios, hay emprendedores que parecen convertir en oro todo lo que tocan y otros que, aunque hagan bien los deberes, tienen como resultado final, una desilusión. Muchos podrían pensar que unos y otros están signados por su karma, pero en realidad, la buena suerte no es únicamente una cuestión de azar sino también de factores ligados a nuestra actitud.
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Los emprendedores y el “Factor Suerte”
Para llegar a esta conclusión, estudió a dos grupos de personas: las que se consideraban afortunadas y las que se consideraban desafortunadas. La conclusión de Wiseman es que existen tres factores para explicar por qué las cosas buenas siempre pasan a las mismas personas.