Después de meses de disputas, la Unión Europea se unió a las naciones del G7 y Australia para imponer un precio máximo a las exportaciones de petróleo ruso, para tratar de privar a Rusia de algunas de las ganancias extraordinarias que está cosechando desde que invadió Ucrania. La medida es una de las más fuertes tomadas contra Rusia desde la invasión, pero no está claro si logrará su objetivo a corto plazo. Aun así, en el mediano plazo, Rusia está emergiendo como el eventual perdedor de convertir los combustibles fósiles en armas.
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Límites de precio al petróleo ruso. ¿Quién saldrá ganando?
¿Lograrán las naciones occidentales reducir los ingresos rusos de los combustibles fósiles con esta nueva sanción, limitando su capacidad para librar una guerra ilimitada?