Para que un emprendimiento se desarrolle, entre muchos otros factores, es necesario aprender cuando saber escuchar y cuando hacerse el sordo
Columnas
La ventaja de hacerse el sordo
Con tu startup pasa lo mismo. Mucha gente querrá decirte qué, cómo y cuándo hacerlo. No podemos impedírselos, pero sí podemos hacer oídos sordos y prestarnos atención a nosotros mismos. No importa si son tus cálculos, mediciones, estrategias, corazonadas o intuiciones. Son tuyas y son las primeras que hay que escuchar.