La calificación que Moody’s otorgó a Paraguay es un sueño largamente esperado. No es el resultado de un solo gobierno, sino de algo que rara vez ocurre en este país: la creación y el mantenimiento de políticas de Estado a lo largo del tiempo.
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Grado de inversión, el primer paso
Esa independencia en la gestión, que comenzó a principios de los años 2000, no solo se mantuvo, sino que se profundizó con más cambios de modernización y mejoras en la gestión, tanto en el Banco Central como en el Ministerio de Economía. Esto ha fortalecido la economía paraguaya hasta alcanzar este nivel de confianza.