El mundo laboral actual enfrenta un desafío importante: el envejecimiento de la población activa. Lejos de ser un problema, esta realidad representa una oportunidad para aprovechar el talento sénior, un grupo de profesionales con vasta experiencia, resiliencia y capacidad de gestión. Sin embargo, a pesar de sus fortalezas, este colectivo enfrenta una dura realidad: la discriminación por edad y la infravaloración de sus capacidades.
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El valor del talento sénior: Un tesoro desaprovechado
Según la Encuesta de Talento Sénior, un alarmante 82% de los participantes considera que las instituciones no valoran adecuadamente su talento. Esta subestimación no solo afecta la autoestima de los trabajadores sénior, sino que también representa una pérdida significativa de recursos valiosos para las empresas.
