Rally es competir en velocidad, resistencia, conformación de equipo. Sin auspiciantes, mecánicos y copiloto, los costos y peligros de correr resultan abismales. Ser precavido es la condición profunda del coraje, que no es mera audacia. Los pilotos de rally son valientes especializados en el cálculo de riesgos y la mirada del copiloto, que conoce el libro de ruta, el mapa y cada cruce es más que útil. Su voz es clave, avisa de curvas mortales y terrenos tramposos. Ese preaviso le brinda al piloto espacio de maniobra, le da unos segundos más.
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El Rally tributario: Pilotos y copilotos
Esa capacidad, propia del piloto, hace finalmente la diferencia entre ganar y perder. Ocurre lo mismo con los grandes empresarios: cuando las empresas de mediano y gran porte hacen negocios internacionales, sus directores, gerentes y ejecutivos manejan en rutas de alta complejidad.