No es mi intención desinflar ningún globo que tengas inflado, sino más bien fomentar una comprensión más equilibrada y saludable sobre lo que verdaderamente podemos esperar en una relación laboral. Tener expectativas realistas es clave para evitar frustraciones y tensiones innecesarias. Cuando generamos “deudas” que la otra parte nunca prometió pagar, la relación se complica, y eso erosiona la confianza y el crecimiento mutuo.
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“El mito del merecimiento”: Lo que la empresa realmente no te debe
La empresa es responsable de mi desarrollo personal: Tu desarrollo personal es tu responsabilidad. La empresa puede ofrecer herramientas, pero el crecimiento es un esfuerzo individual.