Desde muy joven se interesó en conocer y profundizar sus estudios sobre el ser humano. Por ello, décadas atrás, se había trasladado al África, y específicamente al sur de ese continente.
Se maravillaba con cada conocimiento que adquiría sobre los orígenes de las tribus del África del Sur, su cultura ancestral, sus distintas formas de organización y sus peculiares maneras de interacción social que habían creado y desarrollado con el tiempo.
Realizó muchas investigaciones sobre sus lenguas, especialmente con dos de ellas, el zulú y el swahili, y hasta aprendió a comunicarse con los miembros de las distintas tribus, en forma fluida, utilizando esas dos herramientas.