Entre las metáforas del ámbito empresarial, hay una especialmente poderosa y esclarecedora, que enfoca el propósito de la gestión en una meta única: la última línea. A menudo escuchamos a los empresarios afirmar que el indicador financiero más relevante, aquel en el que fijan su atención, es precisamente lo que aparece en esa última línea: la ganancia neta. Esta cifra sintetiza, en el estado de resultados, el resultado final de la empresa tras deducir todos los costos y gastos de los ingresos generados. Si bien este enfoque es acertado, es necesario añadir perspectiva para que la metáfora sea compatible con la rigurosidad y sostenibilidad que exige la realidad; donde el valor de la última línea depende de una gestión equilibrada y responsable.
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DuPont y la última línea
Entre las metáforas del ámbito empresarial, hay una especialmente poderosa y esclarecedora, que enfoca el propósito de la gestión en una meta única: la última línea. A menudo escuchamos a los empresarios afirmar que el indicador financiero más relevante, aquel en el que fijan su atención, es precisamente lo que aparece en esa última línea: la ganancia neta.