Como cada año se hace más evidente la urgencia de la crisis climática, muchas organizaciones están buscando nuevas formas de hacer frente a temperaturas récord y condiciones climáticas extremas. Sin embargo, relativamente pocos reconocen lo que realmente significa hacer negocios de una manera que minimice el daño ambiental y cómo la transición puede desbloquear enormes oportunidades de crecimiento. ¿La clave? Considere el cambio climático no sólo como una amenaza operativa sino, más inmediatamente, como una fuerza que perturba industrias enteras. Adoptar esta perspectiva ayuda a generar un impulso interno para una respuesta estratégica, lo que permite a los líderes impulsar los cambios organizacionales y las inversiones necesarias no solo para salvaguardar las operaciones en riesgo sino también para obtener poderosas ventajas competitivas.