Según explica un artículo publicado en el diario español Expansión, si algo nos ha enseñado Venecia es que lograr que una ciudad no se hunda en el mar no solo es muy caro, sino que además es un proceso muy lento. Los proyectos faraónicos requieren décadas.

Ahora, el plan es ampliar el distrito más poblado de Nueva York añadiéndole 712 hectáreas, es decir, una superficie equivalente al doble de lo que ocupa Central Park.

El proyecto, ideado por Jason M. Barr -profesor de la Universidad de Rutgers y experto en urbanismo-, resolvería otro problema de Nueva York que nada tiene que ver con el cambio climático: la población crece a un ritmo mayor que el número de viviendas construidas.

En el caso de Manhattan, admite la nota de Expansión, al tratarse de una isla, su única posibilidad es crecer en vertical, es decir, construir rascacielos cada vez más altos.