Por: Daisy Vargas, encargada administrativa en HN ZAD - Petróleos

Siempre me hago esta pregunta, ¿es el éxito igual para todos? O ¿en que medimos nuestro éxito? En qué momento de nuestra vidas podemos decir que “alcanzamos el éxito”?

En un mundo manejado por las cifras, tener más éxito sería: aumentar la facturación, doblar las ventas, sumar activos, más flujos de caja, mas titulos, mas reconocimientos, más visibilidad, si bien este tipo de éxito es importante para nuestro crecimiento social - profesional hay otra forma de éxito mucho más silenciosa, pero sin duda, mucho más profunda: ser dueño de uno mismo.

¿Dueño de uno mismo?, en un sentido literal, todos somos dueños de nosotros mismos, pero hacemos realmente lo que queremos o hacemos lo que las otras personas esperan que hagamos? ¿Tomamos nuestras decisiones o las decisiones que las otras personas creen que será lo mejor para nosotros?

Con ser dueño de uno mismo, me refiero a ser auténticos en nuestros valores, nuestros principios, incluso aun cuando estos se vean cuestionados por otros.

En un ámbito empresarial, “ser dueño de uno mismo” es super importante, de que nos sirve liderar equipos, empresas si no podemos liderarnos a nosotros mismos?

Los valores del “jefe” son los valores de una empresa, una persona íntegra y segura de sí misma y que sea capaz de controlarse emocionalmente sin que los problemas no le saquen demasiado de su eje, es una persona confiable.

Cuántos conocemos a personas exitosas, siempre y cuando hablamos de números, pero no pueden controlarse? ¿Les gana la ansiedad? ¿No pueden hablar sin alterarse?

La cúspide del éxito, a mi parecer, sería aprender a dominar ambas caras del éxito, económico y también a nosotros mismos.

Conocernos, de la misma forma que conocemos nuestras empresas y sabemos que cuando apretamos más en una área da mejores resultados y sabemos cómo hablarle a ciertos colaboradores para que rinden más y sabemos que estrategias aplicar para mejorar, de esa misma forma debemos de conocernos a nosotros mismos para saber qué situaciones no podemos o si podemos manejar y cómo esto nos altera y cómo podemos lidiar con ello sin que sea un problema para nosotros.

Como empresarios, nos caracteriza saber llevar y afrontar los problemas, saber que todo tiene una solucion y ser siempre positivo, si hoy no vendimos mucho, mañana será mejor, de esa misma forma debemos liderar la empresa más grande que tenemos a nuestro cargo, nosotros mismos, conocernos, tenernos paciencia, invertir en nosotros y no dejar que lo externos nos invada.

El descubrirnos es un tipo de éxito que no se celebra muy a menudo en eventos o en reconocimientos empresariales, pero es mucho más tangible que las presentaciones mensuales del iva.

El conocernos y aceptarnos, se siente, se ve en nuestro liderazgo, se ve con otras personas, se ve en el manejo de conflictos y por sobre todo, se refleja en el éxito de nuestra empresa.

El verdadero éxito es ser dueños de nosotros mismos

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