Por: Christian Kennedy, socio del Club de Ejecutivos

Las empresas se elevan hasta la altura de su liderazgo. Si un líder no crece, la organización no crece. Si un líder no permite crecer a su equipo, la organización se encuentra atada y destinada a estancarse.

La única constante del mundo es el cambio. Dentro de ese cambio hay ciclos. Ciclos de inicio y de fin. Si en ese ciclo, no avanzamos, estamos quietos. Si estamos quietos respecto al todo, en realidad, estamos quedándonos atrás. Y si estamos al volante de una organización o un área de esta, somos responsables de que avance.

¿Entonces, qué hacemos para ir para adelante? Desafiarnos a salir de la inconfortable zona de confort.

Salgamos a aprender. Enseñemos todo lo que sabemos, admitamos lo que no. Conectemos con nuevas ideas y personas. Nuevos libros, nuevos cursos, nuevos podcasts, nuevos clubes, nuevas actividades, nuevos círculos de personas. Algo distinto.

Si quiero elevarme al siguiente nivel, la empresa debe ser elevada al siguiente nivel. ¿Qué significa esto? Qué mi plan, de mañana, debe estar no sólo en lo que estoy haciendo hoy, sino en ir captando lo que se requiere para el siguiente nivel. Y así ir sumando a mis habilidades o a mis expectativas, planes y sueños futuros, mientras, en paralelo, capacito, potencio, traslado capacidades y conocimientos a quienes creo que deberían, probablemente, ocupar mi silla próximamente, para que yo, de esa manera pueda pasar al siguiente estadio.

Elevarse es una decisión personal. Elevar a otros en una organización, es un compromiso y una responsabilidad.

Una organización escalable es donde el conocimiento relevante es libre y circula, para que todos puedan aportar. Ahí las responsabilidades se comparten. Un líder debe crear nuevos líderes y eso sólo es posible si los potencia para que sean mejores versiones de su persona.

Isaac Newton, el científico con mayores contribuciones a la ciencia de la historia lo puso así, “Si he visto más lejos, es por estar parado en hombros de gigantes”. Seamos esos gigantes que elevan a más personas a ver, juntos, más lejos.

Escalar necesita más altura. Más altura necesita más gente en el siguiente nivel. Requiere líderes que piensen primero en la comunidad y cree una organización que no depende de una persona, sino de una visión.

El liderazgo y la escalabilidad de las empresas

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