El sector asegurador se encuentra en un momento de profunda transformación a nivel mundial. Factores como la digitalización, el cambio climático, las tensiones geopolíticas, las nuevas formas de movilidad y el envejecimiento poblacional están delineando un panorama en el que las compañías deberán adaptarse con rapidez para mantener su competitividad. Lejos de ser un mercado estático, la industria de los seguros se proyecta hacia un futuro dinámico, marcado por la innovación tecnológica y la necesidad de dar respuestas más ágiles a consumidores cada vez más exigentes.