La crisis de rentabilidad de los inmuebles del Instituto de Previsión Social (IPS) es hoy una preocupación económica central para el futuro del sistema previsional paraguayo. Un portafolio valuado en 270 millones de dólares, apenas genera una renta anual del 0,59%, mientras miles de jubilados y asegurados exigen seguridad y crecimiento en sus aportes.

El IPS administra 776 inmuebles, cuyo valor debería servir como pilar para la consolidación de sus fondos de jubilación y pensión. Sin embargo, la incapacidad para gestionar estos activos de manera eficiente se refleja en ingresos de apenas 1,6 millones de dólares al año, cuando el potencial del mercado inmobiliario paraguayo y regional permitiría alcanzar retornos al menos cinco veces superiores . Gran parte de los bienes permanece improductiva o en condiciones de ocupación precaria, evidenciando la falta de profesionalismo y visión estratégica en la administración.

La baja rentabilidad de estos activos inmobiliarios genera un serio problema de sostenibilidad del sistema previsional. A la luz de informes históricos, otros instrumentos de inversión, como títulos públicos y privados, han ofrecido rendimientos anuales de entre el 6% y el 8%, muy por encima de la mediocre cifra del portafolio de inmuebles. Esta ineficiencia impide diversificar ingresos, obliga al IPS a utilizar cada vez más recursos de otras rentas para cubrir gastos operativos y limita la capacidad de inversión futura, afectando a toda la masa laboral que depende del fondo para su jubilación.

El problema es más que administrativo, supone una ralentización del motor económico previsional nacional y una oportunidad perdida de dinamizar el sector inmobiliario local. Persistir en la misma estrategia pasiva implicará riesgos crecientes de iliquidez y la erosión progresiva del patrimonio comunitario. Auditorías recientes han denunciado irregularidades, falta de transparencia y ausencia de decisiones técnicas en la gestión de los bienes .

El IPS debe abandonar el paradigma patrimonialista y estancado que lo ha sumido en el marasmo de la baja rentabilidad. Es imprescindible una reforma económica e institucional que libere el potencial financiero de sus bienes raíces y garantice a cada asegurado una previsión digna y sostenible. El debate debe centrarse en cómo transformar el portafolio inmobiliario en una fuente genuina de crecimiento y estabilidad para el sistema previsional paraguayo, en vez de un pasivo que amenaza el futuro de miles de trabajadores y jubilados .

El desafío inmobiliario que pone en jaque al futuro del IPS

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